Enric Guitart y Matas (Barcelona, 1 de mayo de 1909 - Barcelona, 30 de noviembre de 1999), también conocido artísticamente como Enrique Guitart, fue un actor español que desarrolló su carrera principalmente en Barcelona y Madrid.
Hijo de los actores Enric Guitart y Soldevila y Emília Matas, debutó sobre los escenarios a la edad de 6 años en una obra de Josep Maria Folch. Más tarde formaría parte de las compañías de teatro de Enrique Borrás y María Guerrero. El teatro fue el medio en el que más se prodigó, es recordado por haber representado la obra Las manos de Eurídice, de Pedro Bloch, en más de 5000 ocasiones.
Tras la Guerra civil española, alcanzó mayor popularidad gracias al cine, medio en el que destacó por sus interpretaciones en Vidas cruzadas (1942), La mies es mucha (1948) o Don Juan (1950).
En sus últimos años de actividad profesional abandonó el cine y colaboró ocasionalmente en televisión.
Enlace a Wikipwdia Enrique Guitart
Enlace a Wikipedia. Las manos de Euridice
Guitart Matas, Enrique. Barcelona, 1.V.1909 – 29.XI.1999.
Actor y director teatral.Hijo de los actores Enrique Guitart y Emilia Matas, a los
cuatro años hizo su primer papel en el teatro, en la obra Mal padre y buena
hija, de Rafael del Castillo. A los ocho años, el segundo, en La filla del
moliner, de Josep Maria Folch i Torres, en el barcelonés teatro Romea. El
meritoriaje lo cumplió en la compañía de Josep Santpere, en el teatro
Novedades, de Barcelona. Con la compañía de Enrique Borrás fue galán joven
hasta que se presentó ya como primer actor en el teatro Calderón de Barcelona.
En el teatro Español de Madrid debutó con la compañía de Margarita Xirgú-Tomás
Borrás, en la que permaneció un quinquenio, estrenando, entre otras obras,
Yerma, de García Lorca, y Divinas palabras, de Valle-Inclán.
Estuvo en el teatro Infanta Isabel madrileño durante un par
de temporadas, representando obras de Pedro Muñoz Seca, como Cataplum, quien lo
tenía en gran estima y lo apoyó en su carrera, y Morirse es un error, de
Jardiel Poncela. Después, pasó una temporada en la compañía de María Fernanda
Ladrón de Guevara, en calidad de galán, y en la de Mariquita Guerrero y
Fernando Díaz Mendoza, hijo.
Formó compañía teniendo de primera actriz a Niní Montiam,
después de la Guerra Civil, tanto en el Poliorama barcelonés como en los
escenarios madrileños de la Comedia y Reina Victoria, estrenando La mariposa y
la llama, de Mariano Tomás, que fue Premio del Sindicato Nacional del
Espectáculo.
Ejerció de primer actor en los teatros nacionales, Español y
María Guerrero, de Madrid, entre 1947 y 1949, y formó la compañía
Borrás-Guitart, en 1950, en homenaje al que había sido su maestro, ya en los
últimos tiempos de la vida de aquél. Realizó por entonces una gira por Francia
e Italia.
Se presentó en Valencia con su compañía en la que llevó como
primera actriz a Nuria Espert, quien pronto se reveló como una de las grandes
trágicas del teatro español.
Enrique Guitart representó a lo largo de medio siglo toda
clase de teatro, universal, clásico español y moderno. Estrenó comedias de
Benavente, Adolfo Torrado, Muñoz Seca, Mihura, Calvo Sotelo, Jardiel Poncela.
Sin duda alguna marcó hitos en la interpretación con Hamlet, La vida es sueño y
Don Juan Tenorio, personaje de Zorrilla que representó en centenares de
ocasiones durante su vida, una de ellas, en 1961, en el teatro La Fenice, de
Venecia.
Especial relieve cobró en su biografía teatral el estreno
del monólogo Las manos de Eurídice, de Pedro Bloch. Dio a conocer esta
tragicomedia en 1954 en Barcelona, que luego llevó a Madrid y la representó,
hasta 1977, año de su retirada, en más de cinco mil ocasiones, recorriendo con
ella los teatros españoles y de Francia, Italia, Bélgica, Portugal, Inglaterra;
además de universidades y centros culturales de estos países.
Asimismo la dio a conocer en largas giras por Hispanoamérica
y Estados Unidos, en teatros de habla hispana. Fue la obra que significó para
Enrique Guitart el símbolo de toda una carrera dedicada fundamentalmente al
teatro. En Buenos Aires la representó durante dos años consecutivos. La gira
por otros países hispanoamericanos fue de cuatro años, culminada en el teatro
Insurgentes, de México capital.
También en el cine desempeñó un meritorio historial,
iniciado en 1929 con El señor Esteve, de Lucas Argilés, en las postrimerías del
cine mudo; película basada en L’auca del senyor Esteve, de Santiago Rusiñol.
En esa etapa final del cine silente intervino en Caramelles,
de Julián Amich Amichatis; No quiero... no quiero, de Francisco Elías; y en El
torero herido, de Baños. Y ya con los tiempos del cine sonoro, su filmografía
consta de una treintena de títulos, entre ellos: El novio de mamá, en 1933, de
Florián Rey (1933); El bailarín y el trabajador, en 1936, de Luis Marquina;
Rápteme usted, en 1940, de Julio Fleichner (1940); Vidas cruzadas, en 1942, de
Luis Marquina; Leyenda de feria, en 1945, de Juan de Orduña; Senda ignorada
(1946), de José Antonio Nieves Conde; Vidas confusas (1947), de Jerónimo
Mihura; La mies es mucha (1948), película de José Luis Sáenz de Heredia por la
que recibió el Premio del Sindicato Nacional del Espectáculo. Esta entidad
volvió a premiarlo en 1950 por Don Juan, largometraje que dirigió Sánez de
Heredia. Ese año también destacó en El sueño de Andalucía, bajo las órdenes de
Luis Lucia; La forastera, de Antonio Román, en 1951; Hermano menor, de Domingo
Viladomat, en 1952; Los atracadores, de Rovira-Beleta, en 1961; concluyendo en
1965 con El enigma de los Cornell que dirigió Eberhard Itzenplitz.
La Academia del Cine Español le concedió la Medalla de Oro
en 1996.
Faceta menos conocida fue la de autor de algunas novelas y
obras teatrales, que solía firmar con seudónimo.
Hasta sus últimos días estuvo muy al tanto de la actualidad
teatral barcelonesa, como habitual estrenista.
Mantenía tertulias culturales, en centros donde recitaba muy
a menudo sus versos.
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